Al hilo de la liturgia diaria 2024-25 (3: Ago-Nov)

SÁBADO 15.11.2025
Sábado de la 32ª semana del TO, impar.
Sin estridencias, en silencio, en medio de la noche… «tu palabra omnipotente se lanzó desde el cielo», se hizo carne de nuestra carne, silencio de nuestro silencio, impotencia de nuestra impotencia, dolor de nuestro dolor… amor de nuestro desamor. Y ahí sigue, a nuestro lado, compartiendo nuestra vida y nuestro dolor, nuestras alegrías y nuestras penas, nuestros aciertos y desaciertos… Y ahí sigue también a nuestro lado cuando oramos «siempre y sin desfallecer». Aunque no veamos los resultados, aunque nos parezca que no nos escucha… Lo más grande ya nos lo ha concedido: estar con nosotros y nosotros con Él mientras oramos.

VIERNES 14.11.2025
Viernes de la 32ª semana del TO, impar.
El ser humano es misterio de gracia, pero también misterio de libertad: «Aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a otra la dejarán». El autor del libro de la Sabiduría se preguntaba en este sentido: «Si fueron capaces de saber tanto… ¿cómo no encontraron antes a su Señor?». Y con las palabras del salmo responsorial también nos podemos preguntar: ¿Por qué no reconocemos la «gloria de Dios que proclama el cielo ni la obra de sus manos que pregona el firmamento»? Y Jesús nos dice: «El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará». Hay un vivir que sólo se mira a sí mismo y a las cosas y acontecimientos en función de sí, que lleva a la ruina… «como sucedió en los días de Noé… como sucedió en los días de Lot…». Pero hay un vivir que mira a Dios y, desde Dios, a quienes son su imagen en el mundo, que lleva a la Vida.

JUEVES 13.11.2025
Jueves de la 32ª semana del TO, impar.
La reflexión sapiencial del pueblo judío perfila ya el misterio de Jesucristo como «sabiduría… efluvio del poder de Dios… irradiación de la luz eterna, espejo límpido de la actividad de Dios e imagen de su bondad…». Pero cuando esa Sabiduría se encarna, “choca” con nuestros prejuicios y no la “vemos”. «¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?», preguntan los fariseos. Evidentemente, el reino como ellos le entendían, no como lo entendía Jesús. ¿Y los discípulos? Pues parecido: «Se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás…». ¿Y nosotros? Señor, «haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus decretos».

MIÉRCOLES 12.11.2025
Miércoles de la 32ª semana del TO, impar.
Para Jesús no hubo diferencia entre los leprosos judíos y el leproso samaritano. Como dice la primera lectura: «él hizo al pequeño y al grande y de todos cuida por igual». De los diez, pues, tuvo misericordia. Donde sí hubo diferencia fue en la reacción de los leprosos. Los nueve hijos del “pueblo elegido” no sintieron la necesidad de volver a Jesús para darle gracias, quizá lo consideraron su derecho porque ellos eran “judíos de toda la vida” y así quedaron anclados en su fe tradicional. Sin embargo, el despreciado (por los judíos) samaritano sí volvió a Jesús, y su gratitud le abrió al misterio de la fe. En la vida y en la fe, la diferencia la marca un corazón agradecido o no. «Escuchad… entended… aprended… prestad atención… el poder os viene del Señor y la soberanía del Altísimo», pero con frecuencia lo olvidamos. Con Dios no valen “derechos”, con Él todo es gracia y acogida agradecida: «A Dios no le intimida la grandeza» esas “grandezas” que tantas veces nos fabricamos nosotros. Que el Señor nos dé la gracia de «aprender sabiduría y no pecar».

MARTES 11.11.2025
Martes de la 32ª semana del TO, impar.
«Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer». Y lo hacemos por puro amor a Dios, al menos, por puro “querer amar” a Dios ─el amor es siempre un querer amar─. Y en ese «hacer» experimentamos ya la presencia y la recompensa de Dios, al tiempo que nuestro corazón se abre a una esperanza cierta «llena de inmortalidad»: «… resplandecerán como chispas en un rastrojo… gobernarán naciones… someterán pueblos… el Señor reinará sobre ellos eternamente». El muro que instintivamente alzamos entre el “hoy y aquí” y “el mañana en el Cielo”, es mucho más permeable de lo que imaginamos. El misterio de Jesucristo lo ha hecho “permeable”.

LUNES 10.11.2025
Lunes de la 32ª semana del TO, impar.
Es una tentación muy humana confundir amor con posesión y dominio: “Como te amo mucho tienes que hacer lo que yo te diga”. Sin embargo, el amor verdadero es todo lo contrario, es la aceptación del otro en su diferencia y en su libertad… aunque yo no esté de acuerdo. A nivel espiritual ocurre algo parecido cuando confundimos fe con sometimiento de Dios a lo que yo quiero de él. Por eso el autor de la Sabiduría nos invita hoy a «buscarlo con sencillez de corazón», a «no exigir pruebas», y añade algo muy importante: «Dios se manifiesta a los que no le exigen pruebas… ni a los que no desconfían de él». Son las paradojas de Dios: cuando creo tenerle, no le tengo; cuando se me escapa, entonces es que Él está conmigo… «Señor, auméntanos la fe» y disminuye nuestro ego.

SÁBADO 08.11.2025
Sábado de la 31ª semana del TO, impar.
Emociona el rosario de nombres que Pablo cita en el final de su carta a los Romanos. Denotan fe, trabajo apostólico y, también, una profunda humanidad. Si el creyente deja de ser humano, su fe se convierte en fanatismo. Parafraseando las palabras de Jesús en el evangelio: Si no hemos sido fieles en lo humano, ¿cómo vamos a ser fieles en lo religioso? El misterio de Cristo ─a veces lo olvidamos─ pasa por la Encarnación: lo humano llevado a plenitud en lo divino, pero también lo divino hecho presente y actuante en lo humano (tantas veces poco “brillante”). Es el escándalo del cristianismo llevado a su máxima expresión en la Cruz del Viernes Santo: «Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza». «Bendeciré tu nombre, Dios mío, mi rey
».

VIERNES 07.11.2025
Viernes de la 31ª semana del TO, impar.
Pablo nos dice hoy algo que es mucha verdad: «Estoy convencido de que rebosáis de buena voluntad». Pero el mismo Pablo añade: «Pese a todo, os he escrito, propasándome a veces un poco». Es decir que, a veces, sólo no basta con buena voluntad, que nuestras buenas intenciones a veces no son tan buenas. Celos, envidias, ambiciones, desamores, ignorancia, etc. etc. se nos cuelan en el corazón y nos juegan malas pasadas en nuestras decisiones y actuaciones… aunque pongamos cara de “no romper un plato”. En el fondo, todos somos como ese administrador injusto de la parábola del evangelio. Así que, como nos dice Jesús, actuemos en nuestra vida siempre con astucia espiritual, siempre testigos ─como Pablo─ del Evangelio de Jesucristo, siempre testigos para los demás de la misericordia divina… aunque mi “yo” me esté “pidiendo” otra cosa…

JUEVES 06.11.2025
Jueves de la 31ª semana del TO, impar.
¡Con qué facilidad nos convertimos en jueces de los demás! Es como una espesa niebla que oscurece nuestros grupos humanos y familiares. ¡También los grupos religiosos! Juzgar al otro es convertirse uno mismo en Dios (idolatría), es olvidar la misericordia que Dios ha tenido por cada uno (desagradecimiento), y es considerarse superior a los otros (soberbia). San Pablo nos lo reprocha hoy: «Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano?, ¿por qué le desprecias?». Y Jesús nos deja las parábolas de la misericordia para que no olvidemos cómo es su corazón, ni nos olvidemos de “dónde” venimos nosotros: del “horno” creador y salvador de su misericordia. «Para esto murió y resucitó Cristo»
.

MIÉRCOLES 05.11.2025
Miércoles de la 31ª semana del TO, impar.
Jesús es exigente: «Todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío». Y el primer “bien” al que tenemos que renunciar es al de mirar y enjuiciar las palabras de Jesús con criterios humanos. Si no lo hacemos, no entenderemos nada, y ser cristiano se nos hará una carga insoportable a la que, de una forma u otra, acabaremos renunciando ─como la torre o la batalla del evangelio─. Jesús ha venido al mundo para para ponerse en el centro de nuestro corazón y nuestra vida y, desde allí, iluminarla y llenarla de luz y sentido. Como nos dice san Pablo: «A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo». Pero un amor entendido no en competencia con, sino desde el mismo corazón de Jesús: Así pues, como dice el salmo de este día: «Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos».

MARTES 04.11.2025
Martes de la 31ª semana del TO, impar.
Jesús invita a «mucha gente» pero los invitados no ven o no valoran el hecho ni de haber sido invitados ni de formar parte de esa colectividad invitada. Sólo se ven a sí mismo: «He comprado… Voy a probarlas… Me acabo de casar…», y se quedan fuera. El individualismo de nuestras sociedades occidentales no sólo nos ha hecho perder la riqueza del otro y del nosotros, sino que nos ha hecho perder la paz del corazón: todo lo queremos ver, experimentar, conocer… pero como esto es imposible, pues…. “a la carrera”, vacíos, neuróticos, compulsivos consumidores… Quizá la tentación de los cristianos de Roma era algo semejante y, por ello Pablo les y nos recuerda: «Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros». Para luego aterrizar en lo concreto: «Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno… Estimad a los otros más que a uno mismo… etc.» Para leer y revisarse. «Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor».

LUNES 03.11.2025
Lunes de la 31ª semana del TO, impar.
La lógica de Dios, y por tanto la de Jesús, hace saltar muchas veces por los aires la nuestra. Dios es Dios y nosotros sólo pobres criaturas: «Cuando des una comida, o una cena, no invites… sino a… bienaventurado porque no pueden pagarte…». Saulo, fidelísimo fariseo, debió sentir muchas veces este “choque” cuando se “convirtió” en Pablo. De ahí que nos deje hoy en la primera lectura estas palabras llenas de asombro, desbordado por la inefabilidad de Dios: «¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!». El “camino” que va de Saulo a Pablo es el camino que estamos llamados a andar todos los creyentes: del yo conozco (y controlo y empequeñezco) a Dios, al Dios me conoce (y abre ante mí un camino de libertad y grandeza): «Dios mío, que tu salvación me levante» y que yo me deje levantar…

SÁBADO 01.11.2025
Sábado de la 30ª semana del TO, impar.
En medio del dolor que Pablo siente por su pueblo, irrumpe una luz ─como un signo de la Resurrección del Señor─. Primero: no todos los judíos rechazaron a Jesús. Segundo: el rechazo de los judíos provocó la acogida del Evangelio por los pueblos gentiles. Tercero: Aún no se ha cerrado la puerta a la conversión de Israel. Así de enorme es el Amor-Misterio de Dios por nosotros. De su contemplación ha de brotar en mi corazón una infinita gratitud, una profunda humildad y un generoso, aunque sencillo, compromiso de vida… «Que no busque nunca, Señor, los primeros puestos», sino a Ti.

VIERNES 31.10.2025
Viernes de la 30ª semana del TO, impar.
¡Cuánta bajeza en ese «expiar» de los fariseos a Jesús! Una ley sin alma y sin amor convertida por ellos en ídolo supremo: ellos son sus primeros esclavos. Sigue pasando hoy entre grupúsculos que se arrogan la posesión de la verdad. Y es que es más fácil la intransigencia que la misericordia… Es más fácil la aplicación férrea de la ley a poner en práctica el discernimiento… ¿Y si cuando tenga que presentarme ante el Juez Eterno, me juzgan a mí con el mismo rigor con que yo juzgué a los demás? No nos extraña pues el dolor de Pablo por su pueblo obstinado en no dar el salto a Jesucristo, a la gracia… Es también el dolor de Jesús, en el evangelio de ayer, llorando sobre Jerusalén…

JUEVES 30.10.2025
Jueves de la 30ª semana del TO, impar.
La obra de Dios sigue adelante a pesar de Herodes, a pesar de los fariseos, a pesar de esa «Jerusalén que mata a los profetas»… No hay nada que pueda parar el infinito amor de Dios por nosotros… Como nos dice san Pablo: «El que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? … ¿Quién condenará? … ¿Quién nos separará del amor de Cristo?…» Pidamos la gracia de no olvidarnos de esto: ¡qué fácil se nos cuela la soberbia del yo hago, yo merezco…!, y dejémonos acariciar por Aquél que «ha querido reunir a sus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas». «Sálvame, Señor, según tu misericordia».

MIÉRCOLES 29.10.2025
Miércoles de la 30ª semana del TO, impar.
Imaginamos la actitud de ese «uno que pregunta a Jesús»: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?, por supuesto, a parte de mí… El jarro de agua fría de parte de Jesús no se hace esperar: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha… muchos intentarán entrar y no podrán». No se trata de un mayor o más rigorista cumplimiento, se trata de humildad. Se trata de que nuestra vida religiosa no vaya tintada de orgullo, vanidad o superioridad, sino de respuesta agradecida a quien sabemos nos ama infinitamente: «El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad…». Y todavía más: «A los que aman a Dios todo les sirve para el bien». No es la obra de los hombres, sino la gracia de Dios, la obra del Espíritu: «Yo confío, Señor, en tu misericordia».

SÁBADO 28.10.2025
Santos Simón y Judas, apóstoles.
Jesús «pasa la noche en oración» antes de «escoger de entre sus discípulos a doce». Ellos forman como el primer núcleo de una Iglesia que irá expandiéndose por su predicación con la gracia del Espíritu Santo hasta llegar a nosotros: «A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje». Los apóstoles no son pues elegidos a la ligera, sino desde una reflexión profunda que, por supuesto, no coincidiría con la nuestra: Jesús “mira” la historia desde el corazón del Padre, y esto les convierte en «cimiento de la Iglesia». La labor apostólica de Simón y Judas se centrará en el oriente de Palestina dando lugar a un florecimiento de iglesias cristianas que, a pesar de la presión en siglos posteriores del islam, han llegado hasta nosotros con matices cristológicos diferentes a los nuestros. Ellas nos recuerdan la inefabilidad de nuestra fe y de la belleza de un misterio por el que hoy somos nuevamente invitados a dar gracias a Dios.

MARTES 28.10.2025
Martes de la 30ª semana del TO, impar.
Algo pequeño, como «el grano de mostaza» se convierte en un árbol enorme… Un poco de «levadura» fermenta toda la masa… Nosotros, al revés, queremos empezar por lo grande y descuidamos lo pequeño, así, al final, ni lo grande ni lo pequeño: vacíos, sin ilusión por la vida, sin esperanza… Por eso también, cuando llega el sufrimiento, no sabemos qué hacer con él y nos hundimos: «los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará». ¿Y si empezamos por los gestos pequeños? ¿Y si empezamos por visitar y acompañar a un enfermo? ¿Y si comenzamos por pararnos a escuchar a alguien que vive un mal momento? ¿Y si…?

LUNES 27.10.2025
Lunes de la 30ª semana del TO, impar.
«La mujer estaba enferma por causa de un espíritu», pero, en realidad, quien estaba verdaderamente enfermo no era ella, sino «el jefe de la sinagoga». La mujer encorvada físicamente, pero el jefe de la sinagoga encorvado espiritualmente por la aplicación de una ley sin alma, sin amor… Al hilo de la primera lectura, quizá podríamos decir que el jefe de la sinagoga «vivía según la carne» y parecía empeñado en seguir viviendo así, mientras que la mujer, al menos desde su encuentro con Jesús, vivía del Espíritu: «hijos de Dios… herederos de Dios… coherederos con Cristo…». «¡Nuestro Dios es un Dios que salva», no que condena… somos nosotros los que nos condenamos!

SÁBADO 25.10.2025
Sábado de la 29ª semana del TO, impar.
Doctrina tradicional judía sobre la remuneración: Al que le va bien en esta vida es porque es bueno y Dios le premia, pero a quien le va mal es porque es malo y Dios le ha castigado. (La verdad es que esto sigue metido en la cabeza de muchos). Jesús desarma esta concepción: «Pensáis que… eran más pecadores/culpables que los demás…?», al tiempo que invita a todos a la conversión. Es como si nos dijese que el mal que se ceba sobre unos pocos es alimentado por el mal que todos cometemos: somos corresponsables en el mal. Pero también nos recuerda Jesús la infinita paciencia y misericordia de Dios: «Señor, déjala todavía este año y mientras tanto…». O como nos dice san Pablo: «Lo que era imposible a la ley, lo ha hecho Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne…». En nuestras luchas y dificultades morales y espirituales, ¿tenemos presente este misterio de gracia o nos centramos demasiado en nuestras propias (y pobres) fuerzas? «Si Cristo está en vosotros… Y el Espíritu habita en vosotros…».

VIERNES 24.10.2025
Viernes de la 29ª semana del TO, impar.
La lucha interior entre el bien y el mal la vivimos todos, aunque cada uno a su nivel: «no hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo». A nivel humano es una guerra perdida: «yo quiero hacer lo bueno, pero lo que está a mi alcance es hacer el mal». ¡Y todavía peor, cuando ese mal se reviste de bien (lobos con piel de oveja)! Pero Pablo no nos abandona en esta negra experiencia que, si somos sinceros, experimentamos todos muchas veces. Pablo nos abre al misterio de la gracia divina: «la gracia de Dios, por Jesucristo nuestro Señor, me librará de este cuerpo de muerte». Pero la gracia divina no se impone, se discierne y acoge. Se necesita humildad: «Hipócritas, ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?». «Instrúyeme, Señor en tus decretos, enséñame la bondad, la prudencia y el conocimiento… Soy tuyo, sálvame».

JUEVES 23.10.2025
Jueves de la 29ª semana del TO, impar.
Los discípulos de Jesús escuchan sus enseñanzas, pero da la impresión que “no le ponen mucho fuego a la cosa”: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?», escuchábamos en el evangelio de ayer. De ahí las palabras ardientes de Jesús en el evangelio de hoy: «He venido a prender fuego… He venido a traer división… Desde ahora estarán divididos cinco en una casa…». Es como si Jesús quisiera despertarles de su modorra. Algo semejante le debe ocurrir a Pablo con sus destinatarios, sólo que Pablo habla con más comedimiento: «Hablo al modo humano, adaptándome a vuestra debilidad natural…». E imagino que eso mismo, esa flojera en nuestra respuesta al Señor, nos pasa a nosotros constantemente: Señor «que no siga el consejo de los impíos… que mi gozo sea tu ley y que la medite día y noche».

MIÉRCOLES 22.10.2025
Miércoles de la 29ª semana del TO, impar.
Pablo ha experimentado, él que era un fanático de la ley, que con Jesucristo ha comenzado el reinado de la gracia, pero Pablo sabe también que, esa gracia tiene que ser acogida: «¿Pecaremos, puesto que no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡En absoluto!». Es la misma invitación que nos hace Jesús en el evangelio: «Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre». El ser humano, por su misma naturaleza es dependiente. Las ideologías que niegan esta dependencia son diabólicas. La diferencia no está en ser o no ser dependientes, que lo somos, sino en quién es el amo o señor que elegimos para servir en nuestras vidas: la ley o la gracia, el pecado o la salvación, el «pegarle a los criados y criadas, comer y beber y emborracharse» o «portarse como administrador fiel y prudente»… Señor danos la gracia de elegirte siempre a ti: «Nuestro auxilio es el nombre del Señor», y «que el pecado no siga reinando en vuestro cuerpo mortal, sometiéndonos a sus deseos».

MARTES 21.10.2025
Martes de la 29ª semana del TO, impar.
A nuestra mentalidad individualista nos cuesta mucho entender la solidaridad fundamental que existe entre los seres humanos (y, si me apuran, con el universo). Sin embargo, para Pablo es una verdad fundamental: «Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado… por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos en justos». Solidaridad en el mal y solidaridad en el bien, pero no al mismo nivel: «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia… para la vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor». La gracia de la Salvación, porque viene de Dios, sobrepasa infinitamente la “desgracia” del pecado, porque viene de los hombres. Hay creyentes que parecen haber olvidado esto y viven más de la “desgracia” que de la Gracia ─«Grande es el Señor»─ y así con sus “miedos” a cuestas, que les absorben todas sus energías, no están preparados «a que su Señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame».

LUNES 20.10.2025
Lunes de la 29ª semana del TO, impar.
La codicia nos sitúa en el centro del mundo y así nos convertimos en una especie de “agujero negro” que con nada se sacia: yo, yo, yo… Así le ocurre al «hombre rico» de la parábola: yo, yo, yo… (Todos los verbos están en 1ª persona o en 3ª cuando sustituye el yo por el «alma mía»). El «hombre rico» ha olvidado algo fundamental: el tú ─¿y si hubiese ayudado a los menesterosos o hubiera condonado deudas…?─ y el Tú ─¿y si hubiese sido agradecido?─, y al olvidar el tú y el Tú, mató la vida eterna en él, esa que los bienes que codiciamos y acumulamos no nos pueden dar. Todo lo contrario es la actitud de Abrahán: centrado en el Tú, «pues estaba persuadido de que Dios es capaz de hacer lo que promete», y el tú, que somos «nosotros, los que creemos en el que resucitó a Jesucristo». ¿En quién quiero centrar yo mi vida?

SÁBADO 18.10.2025
Sábado de la 28ª semana del TO, impar.
Pero ¿qué es lo que yo tengo que declarar por el Hijo del hombre ante los hombres? ¿Acaso tengo necesidad de estudiar una teología elevada para poder polemizar? ¿O tal vez el arte de la retórica para convencer a los enemigos de la fe? ¿O, tal vez, aprenderme la Biblia de memoria para tener siempre a mano las mejores respuestas? Hubo una promesa, Abrahán «apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza», y esa fue su respuesta, la respuesta que ha traspasado los siglos y dado una «descendencia numerosa como las estrellas del cielo». La promesa a Abrahán es hoy una realidad en Jesucristo: Él me amó y se entregó por mí. ¿Lo vives? Esta es la respuesta que el mundo (y los enemigos de la fe) esperan de ti.

VIERNES 17.10.2025
Viernes de la 28ª semana del TO, impar.
La hipocresía es la hermana gemela del orgullo. El orgullo te hace creer que estás por encima de los demás: el más bueno, el más santo, el más generoso, etc. Pero como esto siempre es falso, nadie somos más que nadie y menos a este nivel, para salvar esta falsedad cometo otra peor: la hipocresía ─«la levadura de los fariseos»─, es decir hacer de mi vida una máscara, y como tal máscara, falsa. ¡¡¡Vivir para una mentira y de una mentira… precipitándome en la «gehena»!!! A Abrahán se le podrán imputar muchos defectos y errores, tal vez, pecados. Y no digamos a David. Pero no fueron hipócritas ─«Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito»─, y sobre todo fueron hombres de fe: «No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros». ¿Por qué, entonces, usar máscaras?

JUEVES 16.10.2025
Jueves de la 28ª semana del TO, impar.
A nadie nos gusta que nos señalen nuestros defectos, y menos cuando estos defectos tocan aspectos fundamentales de nuestra vida que no queremos o no sabemos afrontar. En el caso de la persona religiosa, aspectos fundamentales de su religiosidad: Si voy de bueno y resulta que no soy tan bueno… Si voy de generoso y resulta que no lo soy tanto… Si voy de piadoso y resulta que… Jesús, por el bien de ellos, intenta levantar la venda que cubre los ojos de fariseos y doctores de la ley… Ya sabemos las consecuencias: acabará en la Cruz. No es pues un tema baladí. Pero es que esos fariseos o maestros de la ley podemos ser cada uno de nosotros… o lo somos de hecho: «Pues no hay distinción, ya que todos pecaron y están privados de la gloria de Dios». Pero también es verdad la 2ª parte de la frase de san Pablo: «Todos son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención realizada en Cristo Jesús». Y esto lo cambia todo: no tenemos que “demostrar” nada a nadie, y menos a Dios. Pero, de verdad, ¿lo creemos?

MIÉRCOLES 15.10.2025
Santa Teresa de Jesús, fundadora y doctora de la Iglesia.
«Pero (…) también nosotros gemimos en nuestro interior mientras aguardamos la manifestación de la redención de nuestro cuerpo como hijos de Dios». (Rom 8, 23)
En su infancia y juventud, Teresa vivió este «gemido interior». Con menos de nueve años, se escapó de casa porque quería ser mártir. «Quiero ver a Dios», les dice la pequeña a sus padres.
Y a través de las lecturas de su infancia y juventud, Teresa descubrirá, por un lado, que todas las cosas de este mundo son pasajeras. Por otro lado, aprenderá que solo Dios es «para siempre y eternamente».
                «Nada te turbe,
                nada te espante.
                Todo pasa:
                Dios no se muda.
                La paciencia todo lo alcanza.
                Quien tiene a Dios, nada le falta.
                Solo Dios basta
».
Teresa, «el sarmiento que da fruto, pero que Dios poda para que dé más fruto»:
                · Una mujer en un mundo de hombres.
                · Sin formación académica, en un mundo de teólogos, literatos y maestros espirituales.
                · Reformadora en el punto de mira de la Inquisición.
                · Viajera y fundadora de conventos con mala salud.
No es fácil resumir la espiritualidad teresiana en pocas palabras. Solo citamos:
                · las virtudes evangélicas como fundamento de toda la vida cristiana y humana,
                · una profunda concordancia con las grandes figuras bíblicas
                               y la escucha sincera de la Palabra de Dios,
                · la oración como «nada más que estar con un amigo con el que nos reunimos
                               a menudo a solas, simplemente para estar con él,
                               porque sabemos con certeza que nos ama
» (Jn 15, 2)
                · la relación personal con Jesús, que culmina en la unión con él por gracia,
                               por amor y en la imitación.
                · y la perfección como aspiración y objetivo final de toda la vida cristiana.
El papa Benedicto XVI escribió: «En nuestra sociedad, en la que a menudo faltan los valores espirituales, Santa Teresa nos enseña a ser testigos incansables de Dios, de su presencia y de su obra; nos enseña a sentir verdaderamente esa sed de Dios que está presente en lo más profundo de nuestro corazón, ese deseo de ver a Dios, de buscar a Dios, de dialogar con él y de ser sus amigos. Esta es la amistad que todos necesitamos y que debemos buscar cada día de nuevo». (…) Por lo tanto, el tiempo de oración no es tiempo perdido, sino un tiempo en el que se abre el camino de la vida, en el que se abre el camino para aprender de Dios un amor ardiente hacia Él, hacia su Iglesia y un amor concreto hacia nuestros hermanos». Amén.

MIÉRCOLES 15.10.2025
Miércoles de la 28ª semana del TO, impar.
El juicio al hermano ─denuncia san Pablo─ es la máscara perversa con la que intentamos ocultar nuestra falsa religiosidad. Y Jesús en el evangelio nos recuerda cuales pueden ser las características de ésta: cuidar las apariencias, pero no el corazón ─ser como «tumbas»: hermosas por fuera, por dentro llenas de putrefacción─; utilizar la religión para “hacer carrera” y “escalar puestos”; pedir a los demás que hagan lo que yo mismo no cumplo ni pienso cumplir, etc. En resumen, cuando vivo una religiosidad que ha olvidado ─o quizá nunca tuvo─ la experiencia fundante del amor de Dios. Quizá los “defectos” des prójimo pueden ser para los demás una invitación, no a la condena, sino a la propia conversión, a que de verdad las palabras del salmo responsorial sean realidad en nuestra vida: «Sólo en Dios descansa mi alma… sólo él es mi roca y mi salvación…». Lo cual se hace aún más verdad cuando contemplamos el misterio del Crucificado y su Amor derramado por todos.

MARTES 14.10.2025
Martes de la 28ª semana del TO, impar.
El evangelio se puede manipular desde muchos puntos de vista. Desde el punto de vista del poderoso para someter la conciencia de sus súbditos y tener así las manos libres para cometer y justificar la injusticia: «Tienen la verdad prisionera de la injusticia». O desde el punto de vista del teólogo o del pastor que así justifican y tapan (o al menos lo intentan) sus abusos de todo tipo: «Alardeando de sabios, resultaron ser necios y cambiaron la gloria de Dios por imágenes…». O desde el punto de vista del creyente de a pie que somos cada uno de nosotros cuando, como el fariseo de evangelio, «limpiamos por fuera la copa y el plato ─es decir, nos preocupamos de las apariencias─, pero por dentro rebosamos de rapiña y maldad». Nadie, a ningún nivel, estamos libres de caer en esta tentación… ¡Líbranos, Señor!

LUNES 13.10.2025
Lunes de la 28ª semana del TO, impar.
«Pablo… llamado… escogido… ha recibido la gracia del apostolado…». «Los que están en Roma… amados de Dios… suscitados a la obediencia de la fe… a ellos gracia y paz…». La gracia desbordante que Dios nos da por Jesucristo, que suscita vocaciones, ministerios… en orden a la salvación: «El Señor da a conocer su salvación», dice el salmo responsorial. Y están los que acogen esa gracia, como Pablo, como los «santos de Roma»… pero también están los que «se apiñan alrededor de Jesús» pero que no se dejan alcanzar por esa gracia: «Esta generación es una generación perversa», dice Jesús. ¿A qué grupo pertenezco yo? Señor, que no se me «endurezca el corazón, que escuche siempre tu voz».

SÁBADO 11.10.2025
Sábado de la 27ª semana del TO, impar.
¡Cuántas bienaventuranzas (?) nos inventamos los hombres! Bueno, eso creemos. También en el ámbito de la Iglesia: “Padre, qué bueno su sermón de hoy”, “Vaya lectoras que tiene Vd. y, no digamos nada, de sus catequistas”, etc. etc. Bienaventuranzas que esconden muchas veces, para quienes las dicen o para quienes las reciben, actitudes que no son muy bienaventuradas: el afán de protagonismo, el medrar a nivel humano, el sentirse superior a los demás, escapar a mis verdaderas responsabilidades, etc. etc. Jesús hoy nos invita a la reflexión y a la grandeza de alma para reconocer lo que de verdad esconden nuestras palabras y nuestros compromisos eclesiales: ¿de verdad detrás de nuestro “trabajo bienaventurado” está la voluntad de «escuchar la palabra de Dios y cumplirla», o hay otros oscuros/turbios intereses? Podemos vivir engañados toda la vida, podemos creer que engañamos a los demás, pero a Dios nunca le engañamos: «Sabréis que yo soy el Señor, vuestro Dios que vive en Sion, mi santo monte».

VIERNES 10.10.2025
Viernes de la 27ª semana del TO, impar.
Nunca nos olvidemos que el peor pecado es siempre la soberbia… el orgullo. Las faltas morales, grandes o pequeñas, pueden ser a veces una especie de camino pedagógico que Dios permite en nuestras vidas para que nunca nos olvidemos que sin Dios vamos directos al abismo… Es decir, para que no caigamos en la trampa del orgullo/soberbia. El orgulloso/soberbio es el que va por la vida creyéndose que puede lucir sus éxitos espirituales/morales ante Dios, ─como que no le necesita, como que se basta a sí mismo─. El orgulloso/soberbio es también el que mira por encima del hombro a los demás, a quien él considera pecadores irrecuperables… ese que cree «tener arreglada su casa» pero, en realidad, tiene en ella «siete espíritus peores», como nos alerta Jesús en el evangelio. Y este pecado de soberbia/orgullo ─«oscuridad y negrura, niebla y oscuridad»─ para el que adquiere toda su fuerza la llamada del profeta Joel a la conversión… destinada a todos nosotros.

JUEVES 09.10.2025
Jueves de la 27ª semana del TO, impar.
Constantes son «los hombres que temen al Señor» en la profecía de Malaquías y constante es el «amigo inoportuno» que llama para «pedir comida durante la medianoche» en la parábola de Jesús. Y así todos nosotros somos invitados a mantenernos con constancia en la fe, aunque parezca que Dios no nos escucha ─«pedid… buscad… llamad…»─, aunque parezca que «los orgullosos son los afortunados y que prosperan los malhechores prosperan»: «Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor», repetíamos en el salmo responsorial. Bien sabemos que esta constancia en la fe, en la confianza en el Señor, no es fácil, por ello, tampoco nos cansemos de pedir, pero con la conciencia de que por encima de lo que pedimos, ─porque creemos que lo necesitamos o lo necesitan los demás─, lo que de verdad todos necesitamos es «el Espíritu Santo».

MIÉRCOLES 08.10.2025
Miércoles de la 27ª semana del TO, impar.
Dios podría llegar al corazón de cada ser humano solo, directamente, sin nuestra ayuda: Dios no necesitaba a Jonás para llamar a la conversión a los ninivitas. Pero los caminos de Dios no son los nuestros: «Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios». Al llamar a Jonás para su misión, Dios no sólo pensó en los ninivitas, pesó también en Jonás, y así le dio la ocasión de convertirse él mismo. El relato no dice si Jonás aprovechó o no la ocasión: a veces, el corazón de los ─que se creen─ “buenos” es más duro que el de los “malos”: «Piedad de mí, Señor… levanto mi alma hacia ti»… y que así, en mi propia vida, sea «santificado tu nombre», que a mi corazón «venga tu reino»… y que «no nos dejes caer en la tentación» de considerarnos por encima de nadie.

MARTES 07.10.2025
Martes de la 27ª semana del TO, impar.
Jonás asiste asombrado al espectáculo de la conversión de su odiada ciudad, y, todavía más, porque predica lo que no siente: Jonás sigue deseando que Nínive sea destruida. Dios «no lleva cuentas de los delitos» ni de los destinatarios ni de los predicadores de su palabra, porque si lo hiciese, «¿quién podrá resistir?», dice el salmo de este día. En consecuencia, volvemos a aquello que nunca debiéramos olvidar, que “todo es gracia”. Y todo es gracia porque Dios en Cristo ha asumido todo el mal del mundo sobre sí y, por puro Amor, lo ha transformado en “camino” de salvación/resurrección. Que, sin dejar de ser esa Marta que pone todo su empeño en trabajar para el Señor, él nos dé la gracia de un corazón contemplativo como el de María, su hermana: admirado, agradecido, tierno, enamorado… del Señor.

LUNES 06.10.2025
Lunes de la 27ª semana del TO, impar.
Jonás encarna la tentación, no sólo del pueblo judío sino de todos nosotros, de aislarse en el propio grupo humano/religioso, dando la espalda ─e incluso declarando enemigos─ a los demás. La lección del libro de Jonás es que para Dios ningún ser humano es enemigo, ni siquiera los ninivitas que hicieron desaparecer el reino de Israel en el 711 a. C. Y es también la lección que le deja Jesús al «maestro de la ley» ─y a nosotros─ en el evangelio de hoy: «Anda ─tú que eres judío y odias a los samaritanos y a otros pueblos─ y practica la misericordia con todos ellos»… como yo ─Jesús─ la he tenido contigo… y con todos. Jonás, siendo arrojado al mar y permaneciendo «tres días con sus noches en el vientre del pez, antes de ser vomitado en tierra firme» se convierte en figura de Jesucristo muerto y resucitado. ¡Quién se lo iba a decir a él! «Tú, Señor, sácanos de esas fosas» ─agujeros─ en que, como Jonás, nos metemos por el miedo (¿orgullo?) a asumir tu amor sin barreras.

SÁBADO 04.10.2025
Sábado de la 26ª semana del TO, impar.
Israel y Judá caminaban hacia su ruina por «su empeño en alejarse de Dios», pero Dios no abandonará a su pueblo: el Exilio en Babilonia será paradójicamente y en contra de toda razón humana el signo de esa fidelidad… Fidelidad que queda sellada ─de nuevo, paradójicamente ─por el misterio de Jesucristo: Dios abajado, humillado, crucificado… En el siglo XIII, la Iglesia en Europa se hunde por el lujo y riquezas de sus pastores… Dios suscitará un pobre para “reparar su Iglesia”: Francisco de Asís, al que hoy celebramos. Francisco encarna como ninguno el evangelio de este día: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque… has revelado estas cosas a los pequeños». Y también: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis!» Es en la pobreza, cuando no tenemos ya nada que ofrecerle al Señor, y, por tanto, nada que se interponga entre él y nosotros, cuando estamos preparados para, de verdad, «estar alegres porque nuestros nombres están inscritos en el cielo»… para ver la vida con los ojos de Dios.

VIERNES 03.10.2025
Viernes de la 26ª semana del TO, impar.
La dureza de corazón de los habitantes de Betsaida ─ceguera─ o Cafarnaún ─soberbia─ no es diferente de mi propia dureza/ceguera/soberbia de corazón, ni de la dureza/ceguera/soberbia de corazón de los «hombres de Judá» a lo largo de su historia. Todos somos pecadores: «Hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabras». Lo único que puede hacernos diferentes es la humildad para reconocerlo: «Nosotros sentimos en este día la vergüenza de la culpa… Hemos desobedecido… No hemos hecho caso…». Y reconocerlo en la historia concreta que hoy nos toca vivir: de alguna forma yo no puedo sentirme inocente frente a los dramas actuales que surcan el mundo, aunque no sea el causante directo. Jesús ha venido a buscar a los pecadores, y yo soy el primero necesitado de su misericordia: «Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados a causa de tu nombre».

JUEVES 02.10.2025
Jueves de la 26ª semana del TO, impar.
«¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!». Si todo dependiera de nosotros, la historia de la Salvación ya habría fracasado. Pero la historia de la Salvación es “empujada” por el amor y la gracia divinas ─«No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias…»─, y eso sí, con un profundo respeto a la libertad humana ─«Hasta el polvo… nos lo sacudimos sobre vosotros»─. Es verdad que hay mucho dolor y mucho vacío en el mundo, que «la mies es abundante y los obreros pocos», pero los cristianos no podemos ser doblegados ni por la tristeza ni por el pesimismo, por gracia, somos llamados a ser hombres y mujeres de esperanza… «roguemos, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies»… sin desfallecer… con alegría, no porque todo vaya bien, sino porque Él no nos deja de su mano: «El reino de Dios ha llegado a vosotros»… y sus ángeles nos acompañan.

MIÉRCOLES 01.10.2025
Miércoles de la 26ª semana del TO, impar.
Tres ofrecimientos/llamadas vocacionales. En las tres Jesús se muestra duro/exigente… lleva a sus interlocutores al límite. Con ello Jesús les dice y nos dice, que seguirle a él no es un entretenimiento para desocupados, ni un butacón para acomodados, etc., tampoco una “cosa” más junto a otras. Él es, y no puede dejar de ser, el centro, ─«la cumbre de mis alegrías», como lo fue para santa Teresita del Niño Jesús, que hoy celebramos─, y que por ello seguirle a Él es exigente, y que esa exigencia no se puede cumplir con las solas fuerzas humanas… que hay que subir de nivel… al nivel de la gracia, ─el camino, caminito, que también “subió” santa Teresita─. Al evangelista no le interesa la reacción de los tres personajes, lo que le interesa es que el lector se pregunte por sus propias y verdaderas expectativas y por sus verdaderos apoyos como discípulo de Jesús. La primera lectura nos da pistas imprescindibles: la compasión, la solidaridad, la misericordia… A veces, hasta un (rey) pagano, nos puede dar una lección.

MARTES 30.09.2025
Martes de la 26ª semana del TO, impar.
Jesús sube, «camina hacia Jerusalén». Es un signo de esa otra subida, la de «ser llevado al cielo». Con él suben, no sólo los discípulos, sino «los pueblos y habitantes» de toda la tierra, porque Él nos lleva en su corazón. Él ha bajado a la tierra por nosotros, y por nosotros sube a Jerusalén camino del Cielo… aunque, o precisamente porque, ese “nosotros” sea/es tan pobre y frágil como el de Santiago y Juan ─«¿quieres que… baje fuego del cielo?»─ o el de los mismos samaritanos que «no lo recibieron». Si, de verdad, comprendiéramos, la grandeza de este misterio, misterio de Amor… también nosotros provocaríamos ─«siempre «siervos inútiles»─ que otros, los alejados o los no creyentes, nos dijesen: «Queremos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros».
¡Danos, Señor, esa gracia!

LUNES 29.09.2025
Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
Querer entrar en el misterio de los ángeles y arcángeles es querer comprender el misterio de Dios: ¡un imposible! Pero ellos ahí están, criaturas al servicio de Dios y al servicio de los hombres en el “negocio” de la Salvación. Las palabras de Jesús a Natanael: «Veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre», nos remiten al sueño de Jacob en Betel, cuando huye de su hermano Esaú. El Hijo del hombre, Jesús, es pues la escalera que une el cielo y la tierra y sobre la que suben y bajan los ángeles. Así que, frente a ese neopaganismo que quiere llenar nuestras vidas de ángeles como si dioses o semidioses se tratara, la fe cristiana nos recuerda que el misterio de los ángeles y su ministerio sólo se pueden entender por Cristo, con Él y en Él… nunca contra Él. Se trata de la “música” de la gran sinfonía de la Salvación, que no podemos entender, y ante la que no nos cabe sino postrarnos y adorar… «dar gracias al Señor de todo corazón».

LUNES 29.09.2025
Lunes de la 26ª semana del TO, impar.
El lenguaje humano siempre es insuficiente para expresar lo que “esconde” el Amor de Dios, y las palabras de los profetas apuntan una “dirección” pero no agotan lo que de verdad quieren expresar. Y además de esta pequeñez de la palabra está la pequeñez de nuestro entendimiento. Las lecturas de este lunes ponen de manifiesto ambas limitaciones: «Vivo una intensa pasión por Sion, siento unos celos terribles por ella», «Si… parece imposible que suceda esto… ¿será también imposible para mí?». Pero, además, están nuestros prejuicios y ambiciones: «…quién sería el más importante». «Hemos visto a uno… se lo hemos prohibido… porque no anda con nosotros». Y todo esto exige de nosotros un continuo ejercicio de humildad que no nos resulta nada fácil porque, en general, quisiéramos nosotros ser los autores de ésta, cuando la humildad, por su propia esencia nos exige todo lo contrario: abandonar nuestras “fuerzas” para abandonarnos en las manos de Dios… «cuando él se vuelva hacia las súplicas de los indefensos y no desprecie sus peticiones…».

SÁBADO 27.09.2025
Sábado de la 25ª semana del TO, impar.
Hay una realidad medible y concreta que ven los ojos de la carne, pero hay una realidad inmensa y desbordante que no ven nuestros ojos, pero que existe y se hace presente sólo a los ojos de la fe. La profecía de Zacarías, como las de Ageo en los días anteriores, se sitúan dentro de esta mirada de fe que desborda la evidencia de los ojos de la carne. Así también el misterio de Jesucristo: ¿cómo podrá aquel que, mientras caminaba por los caminos de este mundo, despertó «la admiración general», «ser entregado en manos de los hombres»? Pues lo será, y lo será por puro amor hacia nosotros, los mismos que, una y otra vez, le seguimos «admirando» y «entregando»: «Aquel día se asociarán al Señor pueblos sin número; ellos serán mi pueblo». Son las paradojas de Dios, paradojas que sólo pueden entenderse desde siempre infinito Amor.

VIERNES 26.09.2025
Viernes de la 25ª semana del TO, impar.
Dios estuvo presente igual en el magnífico templo de Salomón como en el humilde templo reconstruido tras el Exilio. Pero esto le costaba comprenderlo a los israelitas que contemplaban ese templo reconstruido «que no vale nada», y por eso el profeta Ageo tiene que recordárselo: «Dentro de poco haré temblar… Míos son plata y oro… Mayor es la gloria de este segundo templo que la del primero… Y derramaré paz y prosperidad…». Dios está igualmente presente en un cuidado y esplendoroso templo barroco, como en una pequeña y poco cuidada iglesia de montaña… o quizá, más. Dios está igualmente presente en una persona sana y cuidada, como en un mendigo desarrapado y maloliente… o quizá, más. O quizá, más, porque la presencia más intensa ─si es que se puede hablar así─ de Dios en nuestra historia, no fue la de un triunfador, sino la de un fracasado: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado… ser ejecutado…». Señor, «envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan…» para vivir esto que tanto me cuesta vivir: en lo pobre, en lo pequeño, en lo que no brilla…

JUEVES 25.09.2025
Jueves de la 25ª semana del TO, impar.
El lamento y la crítica pueden ser el lenguaje de la persona fracasada, pero también el lenguaje de quien no quiere comprometerse con nada ni con nadie, es decir, de quien quiere vivir sólo para sí mismo. Pero no se puede vivir sólo para sí mismo, como denuncia hoy el profeta Ageo en la primera lectura ante los israelitas que, ante las dificultades que suponía la reconstrucción del templo, había optado por la solución fácil, la de refugiarse en su propia vida ─en su propio “agujero”, decimos hoy─ sin más. Esto es también lo que hacen los poderosos como «el tetrarca Herodes»: para ellos el mundo ─al menos, su mundo─ es su “finca particular”… su “agujero”. Pero se han olvidado de que Dios no cabe en ningún “agujero” y, fiel ─porque no deja de amar a ningún ser humano, aunque sea Herodes─ sigue llamando a nuestro corazón: «¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?». Que el Señor nos haga salir de nuestros “agujeros” de confort insolidario…

MIÉRCOLES 24.09.2025
Miércoles de la 25ª semana del TO, impar.
La historia de Israel es la historia de un pueblo infiel: «Desde la época de nuestros padres hasta hoy hemos pecado gravemente. Por causa de nuestros delitos…». Pero también, la historia de Israel es la historia de un Amor y de una Fidelidad: «Nuestro Dios nos ha otorgado la gracia…El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado respiro… Nuestro Dios no nos ha abandonado…». Este Amor y esta Fidelidad han hecho del pueblo de Israel un pueblo único en la historia y, por medio de él, se nos ha dado a Jesucristo. Él es la “clave de bóveda” por la que se arma no sólo la historia de Israel, sino la del mundo entero. Por esto, cuando Jesús envía a los Doce, quiere que estos vayan sólo apoyados en Dios… en la desnudez de la fe: si Dios fue capaz de sacar al Mesías de un «pueblo de dura cerviz» ¿cómo no va a llegar al corazón de las gentes por la mediación de aquellos pobres apóstoles? Quizá hoy a nuestra Iglesia le sobren medios, pero le falten testigos de ese Amor y Fidelidad de Dios. Que el Señor haga de nosotros esos testigos.

MARTES 23.09.2025
Martes de la 25ª semana del TO, impar.
Las obras de restauración del templo y de la ciudad de Jerusalén encontraron muchas dificultades de todo tipo: envidias, trabas, desánimos… Pero siguieron adelante y, al final, llegaron a su término y se consagró el templo. De alguna manera todo este proceso es una imagen de nuestra vida espiritual, la cual no avanza sino es con luchas y dificultades: a veces nos vienen de fuera, a veces de nosotros mismos. «Escuchar la palabra de Dios, “masticarla”, hacerla nuestra, para luego, con la gracia de Dios, hacerla vida ─«cumplirla175─», es siempre nuestro desafío y una gracia a pedir. Que también nosotros, tengamos tiempos establecidos cada día, para «ir alegres a la casa del Señor» a encontrarnos con su Palabra…

LUNES 2209.2025
Lunes de la 25ª semana del TO, impar.
Quizá sea para nosotros ─flojos en fidelidad─ casi imposible tratar de imaginar el “golpe” brutal que supuso para el “pueblo elegido” el destierro en Babilonia. (También la necesaria purificación que originó. Aunque ellos no lo comprenderían en aquel momento, sino con el paso de los años). Como hoy nos dice Jesús en el evangelio: «Nada hay oculto que no llegue a descubrirse…». Y así, en medio de la negrura del destierro se “descubre”, una vez más, la inquebrantable (e inmerecida) adhesión de Dios por Israel. Paradójicamente será un rey pagano, Ciro, quien sea el instrumento elegido… Para nosotros todo esto es, de nuevo, una invitación a mantener la confianza en Dios, incluso en los momentos más difíciles y oscuros de la vida… Ese Dios que escribe derecho con renglones torcidos, ese Dios que «ha estado (y sigue estando) grande con nosotros» a través del misterio de Jesucristo, en el que, por él, con él y en él, todo adquiere sentido… aunque, de momento, no lo comprendamos.

LUNES 08.09.2025
Natividad de la Santísima Virgen María.
De la promesa (Abrahán), al cumplimiento (Jesús, llamado Cristo). En medio una larga cadena de hombres y mujeres: algunos pecadores o muy pecadores, otros anónimos… pocos santos. Son una muestra del género humano… de nosotros. Pero la promesa se cumple no como hazaña o mérito humano, sino por pura gracia: «la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo». María, la madre de Jesús, es también fruto de esa gracia/amor/misericordia de Dios para con la humanidad. No podemos, pues, pensar en María al margen de Dios ¡y menos contra Dios! ─como algunos parecen empeñarse en un exceso de piedad─. Hoy celebramos su nacimiento, el de María ─pequeña, humilde…─: es un regalo de Dios que, como el salmista, nos hace «desbordar de gozo en el Señor y cantar a Dios por todo el bien que, con ella, nos ha hecho».