Justo antes de comenzar la Vigilia Pascual, el sacerdote recogió los papelitos (con las intenciones escritas por los fieles), los metió en una bolsa de papel y los quemó en el fuego de la puerta de la iglesia, donde también se quemaron los ramos viejos del Domingo de Ramos.
«Traslado» del fuego al interior de la iglesia
Y el fuego de la puerta, con una velita de vigilia, se trasladó al intrior de la iglesia para prender el fuego con el que comenzó la celebración.
Bendición del fuego y encendido del Cirio Pascual
Pregón Pascual (Francis) y liturgia de la Palabra (Mónica y Claudia)
Y aunque no se ven en las fotos: Víctor, con los cantos. Gabriela, detrás de la cámara de fotos… y todos los que con fe y humildad participaron de esta celebración. Gracias a todos, pero sobre todo, gracias a Dios que, misteriosamente, tejió tantos «hilos»para que nosotros, esta noche, pudiéramos celebrar con fe y alegría el misterio central de nuestra fe, la Resurrección del Señor.
Bendición del agua y renovación de laspromesas bautismales
Gabriel fue el monaguillo que nos acompañó en la Vigilia Pascual. Gracias también a él.
