Viernes Santo

 
 AL SEÑOR EN «LA TERCERA CAÍDA
D. Manuel Cacicedo
    
  ¡Gracias, Señor! porque un día
 por peso enorme agobiado,
 fui vencido y derribado,
 en dura y pendiente vía.
  
 Al ver mis miembros llagados,
 casi exangüe y agotado,
 te vi a Ti, Señor, cargado
 con la Cruz de mis pecados.
  
 Y allí, si, en aquel instante
 dije: ¡Señor!, en un leño
 he de plasmar lo que sueño
 como una imagen constante.
  
 Y ocupado en la tarea,
 mis ojos se humedecieron,
 se arrasaran y vertieron
 lágrimas sobre la tea.
  
 Porque yo, Señor, quería
 decirte algo a mi manera,
 y te lo dije en madera,
 que es como mejor podía.
  
 Que todos cuantos te ven
 se sientan fortalecidos
 para no verse caídos
 es lo que te pido. ¡Amén! 

spaniermission_administrator