2 de febrero: Celebramos la fiesta de la Presentación del Señor

A las 6:30 de la tarde, en Maríahilf comezó la Misa de la festividad con el rito de la bendición de las velas: «Oh, Dios, fuente y origen de toda luz, que manifestaste hoy al justo Simeón la Luz para alumbrar a las naciones, te rogamos suplicantes que santifiques estos cirios con tu bendición; acepta los deseos de tu pueblo que se ha reunido para cantar la alabanza de tu nombre, llevándolos en sus manos, y así merezca llegar, por la senda de las virtudes, a la luz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Participaron en la celebración unas 45 personas tanto de la comunidad de habla hispana como del Verein Mariahilfe. Presidió la celebración el Misionero de la comunidad hispanohablante acompañado del Regens del Seminario St. Beat y del diácono Urban.

En las palabras de la homilía, el P. José Luis, invitó a los asistentes a fijarse y tomar por modelos a los santos Simeón y Ana. Ellos, -que tenían esa edad en la que muchos de nuestros contemporáneos sienten que estorban o se encuentran solos o no saben ya qué hacer con su vida, etc.-, nos enseñan a perseverar en la oración, la alabanza y el servicio en el templo (la Iglesia y los hombres), iluminados por Cristo Luz de los Pueblos. Al final de sus palabras el padre pidió la protección de la Santísima Virgen María, Ntra. Sra. de la Candelaria.

Se cuenta que dos pastores encontraron la imagen de la Virgen en la costa sureste de la isla de Tenerife.

La imagen sostenía al Niño Jesús en la mano izquierda, mientras que en la derecha sostenía un cirio encendido (una candela), por lo que se la llamó Nuestra Señora de la Candelaria.

La primera fiesta se celebró el 2 de febrero de 1497, después de que Tenerife fue incorporado a la corona de Castilla. En 1867 fue declarada Patrona principal del Archipiélago Canario, guardándose la fecha del 2 de febrero como día de su fiesta.

Terminó la Eucaristía con la invocación de San Blás y la bendición que, en su nombre, pide la salud de alma y cuerpo para los fieles: «Que Dios Todopoderoso te conceda la salud y la salvación, y por la intercesión de san Blas, que te bendiga Jesucristo nuestro Señor.
Amén.»

spaniermission_administrator