Último amanecer del año 2020
El último día de este año de grises recuerdos nos regala este hermoso cielo que es como un canto a la esperanza…
Uno vuelve la vista atrás y evoca esos duros momentos que nos ha tocado vivir este año a todos. No estábamos preparados para esto. Y se le viene a uno a la memoria el reuerdo de tantos hermanos que viven situaciones de guerra, hambre o persecución… Ellos, seguramente, aspiraban también a otro tipo de vida… Quizá, muchas veces, los hemos tenido un poco olvidados.
¡Cuántos abrazos y besos se nos han quedado sin dar y recibir en estos largos meses del año que ahora se cierra! No estábamos preparados… pero, al mismo tiempo, la fe ha sido ese precioso regalo que, como una luz, ha brillado en la oscuridad de nuestros corazones y a la que nos hemos asido como a roca firme cuando todo parecía derrumbarse…
No sabemos cómo será el nuevo año. La vacuna parece traer, una cierta recuperación de la normalidad. Lo veremos… Lo esperamos… Pero sobre todo, que Dios os bendiga -nos bendiga- a todos para que no falten nunca de nuestro corazón la Fe, la Esperanza y la Caridad en medio de los acontecimientos que el nuevo año nos traerá.
P. José Luis
Uno de los himnos de laudes de la liturgia de las horas (el del miércoles de la primera semana) nos puede servir como oración para comenzar el nuevo año, (basta cambiar la palabra día por la palabra año):
Buenos dias, Señor, a ti el primero encuentra la mirada del corazón, apenas nace el día: tú eres la luz y el sol de mi jornada. Buenos días, Señor, contigo quiero andar por la vereda: tú, mi camino, mi verdad, mi vida; tú, la esperanza firme que me queda. Buenos días, Señor, a ti te busco, levanto a ti las manos y el corazón, al despertar la aurora: quiero encontrarte siempre en mis hermanos. Buenos días, Señor resucitado, que traes la alegría al corazón que va por tus caminos, ¡vencedor de tu muerte y de la mía!